Es noticia
Cómo logran los inmigrantes ascender en la escala social
  1. Alma, Corazón, Vida
EL ÉXITO, EN MANOS DE LOS EMPRENDEDORES

Cómo logran los inmigrantes ascender en la escala social

Que la crisis económica golpea con especial virulencia al colectivo inmigrante no es ninguna novedad pero, hasta en momentos tan duros como este, hay quién consigue

Foto: Cómo logran los inmigrantes ascender en la escala social
Cómo logran los inmigrantes ascender en la escala social

Que la crisis económica golpea con especial virulencia al colectivo inmigrante no es ninguna novedad pero, hasta en momentos tan duros como este, hay quién consigue mantener el barco a flote e, incluso, remar a contracorriente. La emigración es un fenómeno complejo, con muchas aristas. No sólo influye el lugar de procedencia, y los recursos (capitales y humanos) con los que se cuentan antes de llegar al país de acogida; también es decisiva la mentalidad del que emigra. Y en esto han destacado los extranjeros que han decidido emprender un negocio, algo a lo que se apuntan cada vez en mayor número.

Según un estudio de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el número de inmigrantes que trabajan por cuenta propia en España creció en 2011 el 4,8% –aproximadamente la mitad de ellos empresarios chinos–. Por contra, según los últimos datos de la Seguridad Social, entre marzo de 2011 y marzo de 2012, el número de extranjeros afiliados al régimen general disminuyó en un 4,88%.

Asalariados de muy baja cualificación

Sólo el 2% de los asalariados de escalas superiores son extranjerosAl margen de la emigración procedente de la Europa de los quince que, a efectos legales y tipológicos no es comparable al resto, la mayoría de los inmigrantes que han llegado a España en la última década han ocupado puestos de trabajo de la más baja estratificación social, principalmente en los sectores de la hostelería, la agricultura, la construcción y el servicio doméstico, con escaso margen para el ascenso social.

Un estudio del Grupo de estudios de emigración y minorías étnicas (GEDIME), perteneciente a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) –Movilidad ascendente de la inmigración en España: ¿asimilación o segmentación ocupacional?– analiza los grupos de cotización de la seguridad social, y revela que en 2007 casi el 30% de los puestos de trabajo de menor nivel estaban ocupados por inmigrantes. En contraposición, sólo ocupaban el 2% de las escalas superiores, –a partir de “ayudantes no titulados” y exceptuando el nivel máximo, dada la presencia de directivos extranjeros de alta cualificación–; justo aquellas donde realmente se puede escalar socialmente, no sólo por las características del trabajo, sino porque la discriminación por etnia está mucho menos presente (sobre todo, tal como cuenta el estudio, en las grandes empresas).  

placeholder

Antonio Martín Artiles, catedrático de sociología del trabajo y autor del estudio, cree que los emigrantes asalariados ocuparon un espacio laboral creado por un cambio demográfico –cada vez se incorporaban menos españoles al mercado de trabajo– y el aumento del nivel educativo de la educación autóctona. ¿Y con la crisis? “A pesar del desempleo”, explica, “sigue habiendo nichos que sólo quieren cubrir los inmigrantes, como el trabajo doméstico, ciertas labores agrícolas y algunos sectores de la construcción”. Pese a esto, la situación para muchos es crítica. En cuatro años de crisis la afiliación a la Seguridad Social de los inmigrantes ha caído en un 18%. Algunos están volviendo a sus países de origen y otros, tal como explica Marín, “permanecen por otros elementos como la escolarización o la sanidad, aunque estén en el paro”.

El inmigrante emprendedor

Los extranjeros están apostando por el autoempleo como una manera de acceder al mercado laboralDe forma paralela a la caída del inmigrante asalariado de baja cualificación, hay extranjeros que han aprovechado ciertas oportunidades y han logrado escalar socialmente. Y no hablamos de la segunda generación, sino de aquellos que han visto oportunidades de negocio. Guillermo Guerrero, coordinador del área de autónomos extranjeros de la ATA, explica como, sobre todo a raíz de la crisis, los extranjeros están apostando por el autoempleo como una manera de acceder al mercado laboral: “Son personas que llevan mucho tiempo en nuestro país, inmigrantes de larga duración, que tienen más facilidades para montar un negocio y cuentan con ahorros”.

En otro estudio del GEDIME, elaborado por las sociólogas Sonia Parella y Carlota Solé i Puig –De asalariados a autoempleados. Una aproximación a las causas de las iniciativas empresariales de los inmigrantes en España–, se deja claro la enorme diferencia existente en cuanto a movilidad social entre los inmigrantes asalariados y los que han apostado por el autoempleo. En este sentido, y tal como cita el propio estudio, “las iniciativas empresariales de los inmigrantes rompen con el estereotipo del 'inmigrante genérico'; a saber, un sujeto social representado (y construido) a través de imágenes preconcebidas de pobreza, marginalidad y delincuencia”.

Los chinos, un caso paradigmático

El colectivo chino es el que mejor está sorteando la crisisEl ejemplo más claro, y evidente para todos los españoles residentes en grandes ciudades, es el del colectivo chino. Del total de inmigrantes chinos que están dados de alta en la Seguridad Social, un 43,4% lo está en régimen de Autónomos, un indicativo directamente relacionado con el nivel de iniciativa empresarial. Y no sólo esto, está cifra ha aumentado significativamente desde el inicio de la crisis. En 2008 sólo rondaba el 30% del total. Se trata de una cifra muy superior al del resto de colectivos de extranjeros, pero no la única que destaca. Otra vez dejando la Europa de los quince al margen, son también visibles los altos porcentajes que presentan, con datos de marzo de 2012, los rumanos (8,5%), los argentinos (15%) y, en general, todos los asiáticos, que superan con mucha diferencia al resto. En el otro lado de la balanza, sorprende el bajo nivel de iniciativas empresariales de otros colectivos con más recorrido en nuestro país y más asentados, como ecuatorianos (3,5%) y, en menor nivel, marroquíes (6,07%), aunque también han crecido.

Hay diversas variables para explicar por qué un inmigrante decide emprender un negocio. Los chinos, de hecho, son un colectivo que debe ser estudiado completamente al margen. Según explica Marta Gutiérrez Sastre, profesora de sociología de la universidad de Salamanca, para los chinos “el negocio es la esencia del proyecto migratorio”, tienen una estrategia clara, basada en su flexibilidad de horarios y su capacidad de adaptación y, aunque también están sufriendo la crisis, “son de los que mejor la están sorteando”.

La solidaridad entre emigrantes

Otros inmigrantes que han apostado por el autoempleo lo han hecho por necesidad, pero con la crisis han logrado mantenerse a flote, algo imposible para muchos de sus compatriotas. Los pequeños emprendedores emigrantes abrieron sus negocios antes de la debacle económica no porque no hubiera trabajo –entonces lo había- sino, tal como explican en su estudio Parella y Solé i Puig, debido a “la imposibilidad de experimentar movilidad laboral ascendente o de acceder a ocupaciones en condiciones laborales aceptables y similares a las de los trabajadores nacionales”. Este fenómeno se conoce en sociología como el “enfoque de la desventaja”, y ha sido ampliamente estudiado en las poblaciones de emigrantes de todo el mundo.

Los inmigrantes se han convertido en un importante polo de desarrollo económico en barrios deprimidos de las grandes ciudadesAhora los negocios no pasan por un buen momento, pero aguantan, frente a todo el colectivo de asalariados que se mantiene en una situación precaria. Muchos inmigrantes han optado por montar sus propias pequeñas empresas de servicios o abrir comercios o locutorios, dirigidos a su propia comunidad, y que se mantienen y consolidan gracias a “sentimientos de solidaridad intragrupal”. En definitiva, los propios inmigrantes generan riqueza dentro de su comunidad, algo muy visible en barrios deprimidos de las ciudades españolas donde los emigrantes han ocupado el espacio de comercios tradicionales y se han convertido en un importante polo de desarrollo económico.

Que la crisis económica golpea con especial virulencia al colectivo inmigrante no es ninguna novedad pero, hasta en momentos tan duros como este, hay quién consigue mantener el barco a flote e, incluso, remar a contracorriente. La emigración es un fenómeno complejo, con muchas aristas. No sólo influye el lugar de procedencia, y los recursos (capitales y humanos) con los que se cuentan antes de llegar al país de acogida; también es decisiva la mentalidad del que emigra. Y en esto han destacado los extranjeros que han decidido emprender un negocio, algo a lo que se apuntan cada vez en mayor número.