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El regreso de los poseídos: "En todas las diócesis hay un exorcista oficial"
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EL PAPA BENEDICTO XVI CURÓ A DOS ENDEMONIADOS EN 2009

El regreso de los poseídos: "En todas las diócesis hay un exorcista oficial"

La publicación del nuevo libro del exorcista oficial del Vaticano, el padre Gabriel Amorth, ha reabierto el debate sobre las posesiones diabólicas. En su nuevo libro,

Foto: El regreso de los poseídos: "En todas las diócesis hay un exorcista oficial"
El regreso de los poseídos: "En todas las diócesis hay un exorcista oficial"

La publicación del nuevo libro del exorcista oficial del Vaticano, el padre Gabriel Amorth, ha reabierto el debate sobre las posesiones diabólicas. En su nuevo libro, El último exorcismo - Mi lucha contra Satán, el padre Amorth cuenta como el papa Benedicto XVI exorcizó a dos italianos poseídos en una de sus audiencias semanales, que tienen lugar todos los miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano.

El suceso tuvo lugar en mayo de 2009. Según el exorcista, tan pronto el Papa se bajó del ‘papamóvil’ los dos hombres cayeron al suelo y empezaron a darse cabezazos contra el pavimento. Entonces el sumo pontífice elevó sus brazos, les bendijo, y liberó al diablo de sus cuerpos. En el libro el padre Amorth explica que “no es ningún misterio que el papa pueda enfurecer a Satán […] su simple presencia puede calmar y ayudar a los poseídos en su lucha contra aquel que les posee”.

La doctrina oficial admite que el diablo puede poseer las almasAunque la Iglesia católica mantiene cierto secretismo sobre el tema, lo cierto es que la figura del exorcista, aunque de forma velada, sigue presente en el organigrama de la institución y la doctrina oficial admite que el diablo puede poseer las almas. Para mucha gente, incluidos numerosos católicos, el exorcismo es un ritual más propio de la Edad Media que del siglo XXI, pero la realidad es que sigue habiendo presuntos exorcistas, poseídos, y numerosa literatura al respecto.

Exorcistas en España

Tampoco hace falta viajar a Roma para librarse de presencias diabólicas, en nuestro país hay conocidos exorcistas católicos, que atienden sin problemas a todos aquellos que contacten con sus respectivas parroquias. El sacerdote José Luis Portela, párroco del santuario de San Campio (Pontevedra) de la Diócesis de Tui-Vigo, ha asegurado a El Confidencial que “en todas las diócesis hay un exorcista oficial, aunque la Iglesia mantiene cierto secreto sobre el tema”. El párroco se considera un experto en la materia y asegura haber realizado numerosos exorcismos, el último la semana pasada, sobre doce mujeres que habían sido poseídas por el demonio tras participar en un curso de Reiki. En su opinión, las posesiones diabólicas “son una realidad” y los exorcismos no son “cosa de magia”.

La Iglesia prohíbe que se divulguen estos temas¿Por qué la Iglesia no admite abiertamente que el exorcismo es una práctica reconocida en su seno? El padre Portela es muy claro al respecto: “La Iglesia prohíbe que se divulguen estos temas porque dan lugar a que personas que tienen desordenes psiquiátricos crean que están poseídas”. En cualquier caso el exorcista gallego cree que es muy sencillo identificar a un verdadero poseído, pues “el contacto del sacerdote le hace daño” y su sola presencia provoca reacciones agresivas. En su opinión, la Iglesia debería informar más sobre este tema “para que la gente sea prudente”.

Un ritual antiguo que perdura en el tiempo

Aunque la doctrina católica sigue reconociendo la existencia de las posesiones demoníacas, su mismo sentido es algo que ha ido cambiando con el paso del tiempo. Los exorcismos casi habían desaparecido porque el Concilio Vaticano II y los teólogos progresistas impusieron una política de modernización que, entre otras cosas, incluía el abandonar, e incluso perseguir, este tipo de prácticas porque se consideraban supersticiosas. No obstante la práctica del exorcismo no ha desaparecido por varias razones. En primer lugar porque muchos fieles seguían reclamando su práctica. En segundo, porque muchos grupos protestantes realizan exorcismos y cuando comenzaron a tener éxito en territorios tradicionalmente católicos -en especial en América Latina-, restaron fieles a las parroquias católicas. Como reacción a esto, los pocos exorcistas que aún quedaban se movilizaron para convencer a las jerarquías de que era necesario volver a retomar los temas del demonio, el infierno y los ritos de exorcismo. 

En la práctica la lucha contra el mal se hace de otras formasJosé Luis del Castillo, teólogo y párroco en San Sebastián de los Reyes (Madrid), cree que el exorcismo “se sigue manteniendo porque se quiere preservar la entidad del mal” y la Iglesia no ha dado el paso para librarse de esta concepción. “El mal no es un ser malo”, explica el teólogo, “es algo que pertenece a la estructura social del hombre, lo que podríamos llamar pecado”. Aunque Del Castillo admite que se siguen haciendo exorcismos, explica que su autorización, que debe otorgar el obispo, se da sólo “en casos límite”. En cualquier caso, resta importancia al debate sobre el exorcismo, pues cree que es algo realmente superado por la Iglesia, “pues en la práctica la lucha contra el mal se hace de otras formas”. 

Carolina Jiménez, miembro del Círculo Escéptico y coordinadora de la Asociación Española de Ateos, defiende que el exorcismo sí es un tema que preocupa a la Iglesia, pues “una parte fundamental del dogma y la doctrina católica, y cristiana en general, son la creencia en el maligno y los milagros”. “A pesar de que la iglesia católica se muestra muy cauta con eso de los exorcistas y las posesiones demoníacas en estos tiempos modernos, por aquello de la imagen que dan”, explica Jiménez, “no puede deshacerse del todo de ellos, pues prescindir de exorcistas oficiales es admitir que las posesiones demoníacas no existen, lo cual haría tambalearse la figura del maligno y la creencia de que puede influir e intervenir en el mundo humano”.

Aunque el exorcismo se sigue practicando en Europa, no es ni de lejos tan común como en países de América Latina, donde la liturgia católica se fusiona con ritos ancestrales propios de chamanismo o el vudú. Jimenez cree que “el hecho de que el Vaticano no renueve su sistema de fe contribuye a que esas creencias perduren, en mayor o menor medida, en las comunidades creyentes”.

La pervivencia del mundo mítico

Cualquier científico identificaría las posesiones como una expresión normal de una crisis nerviosa

Dejando a un lado la propia existencia, o inexistencia, del demonio, ¿por qué la gente sigue cayendo un día de rodillas en la cocina, agitándose en trance, hasta enfermar? Mónica Cornejo Valle, doctora en Antropología en la Universidad Complutense de Madrid, cree que "los trances de tipo 'posesión' están relacionados con situaciones en las que las personas realmente no pueden más", y cualquier psicólogo los identificaría como una expresión normal de una crisis nerviosa. La antropóloga cree que este tipo de manifestaciones suelen darse en situaciones específicas de ciertos grupos sociales que tienen en común su situación marginal. "Por sorprendente que parezca", explica Cornejo, "a mucha gente el lenguaje y los ritos de los exorcismos les resultan más útiles que una psicoterapia, con su lenguaje técnico y sus pautas". 

La publicación del nuevo libro del exorcista oficial del Vaticano, el padre Gabriel Amorth, ha reabierto el debate sobre las posesiones diabólicas. En su nuevo libro, El último exorcismo - Mi lucha contra Satán, el padre Amorth cuenta como el papa Benedicto XVI exorcizó a dos italianos poseídos en una de sus audiencias semanales, que tienen lugar todos los miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano.