Es noticia
“La clave es hacer siempre lo contrario de lo que te apetezca hacer”
  1. Alma, Corazón, Vida
UN ENFERMO IMPARTE UN SEMINARIO PARA ENCONTRAR EL EQUILIBRIO EN LA BIPOLARIDAD

“La clave es hacer siempre lo contrario de lo que te apetezca hacer”

Alejandro Hernández es psicoeducador y padece trastorno bipolar. Lejos de achantarse por la enfermedad, ha decidido agarrar al toro por los cuernos y aprender sobre ella,

Foto: “La clave es hacer siempre lo contrario de lo que te apetezca hacer”
“La clave es hacer siempre lo contrario de lo que te apetezca hacer”

Alejandro Hernández es psicoeducador y padece trastorno bipolar. Lejos de achantarse por la enfermedad, ha decidido agarrar al toro por los cuernos y aprender sobre ella, analizarla y comprenderla desde dentro, desde su propia experiencia. Gracias a su determinación y a la ayuda de los médicos ha sabido encontrar el “equilibrio” y hace ya seis años que no sufre una crisis.

Y eso que lo normal, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que quienes sufren trastorno bipolar tengan de una a dos crisis anuales. En esta enfermedad hay cambios drásticos y patológicos del estado de ánimo de la persona que la padece, que van desde la mayor afección posible (crisis depresiva) hasta las fases maníacas y eufóricas.

¿El truco para evitarlas? Según Alejandro, encontrar la ‘eutimia, es decir, el estado de ánimo ‘normal’. Para ello su consejo estrella es “hacer lo contrario de lo que te apetece hacer”.

Es decir, que si a uno le apetece continuar saliendo a por todas después de tres días de marcha, “hay que quedarse en casa viendo la tele” para evitar los problemas que conlleva una crisis maníaco-eufórica.

Si, por el contrario, uno sólo tiene cuerpo para quedarse en casa tirado en el sofá, “entonces hay que llamar a los amigos y salir”, para cortar en la medida de lo posible los síntomas depresivos, los del polo contrario a la euforia.

Autocontrol, pero sin perder de vista a los médicos

Forzarse a hacer casi siempre lo contrario de lo que a uno le apetece puede resultar realmente molesto, pero es el peaje que Alejandro paga, gustosamente, para mantener a raya su enfermedad. Eso sí, sin abandonar nunca la medicación y el tratamiento psiquiátrico. “La regla de oro si te viene un cambio brusco de ánimo es: ve a tu médico y que te ajuste la medicación”, recuerda.

Estos y otros consejos serán los que ofrezca en el seminario, organizado en Santa Cruz de Tenerife los días 6, 8 y 13 de septiembre y que lleva por título ‘De bipolar a bipolar’. El nombre es el mismo que tiene la web de Alejandro y que tiene la guía que ha publicado para acercar la enfermedad a quienes la padecen y a sus familiares.

“Yo he sido formado para enseñar a la gente, y además hablo desde mi experiencia en el trastorno bipolar, intentando que comprendan qué es, qué síntomas tiene y cómo se puede afrontar”, explica Alejandro, que es maestro de lenguas extranjeras, a El Confidencial.

Tanto la guía como el seminario se dirigen, además de a los enfermos, a sus familiares porque “es fundamental que aprendan a enfrentarse a la bipolaridad”, continúa. Efectivamente, la mera voluntad no siempre ayuda a los enfermos. “Yo he visto a madres luchando con todas sus fuerzas durante 20 años por ayudar a su hijo que no han podido hacerlo porque no sabían cómo”, relata Alejandro.

Por cosas así considera tan importante que los más cercanos a los enfermos aprendan a ayudarles. “Por ejemplo, la sobreprotección no funciona y además muchas veces resulta contraproducente”, explica.

En su caso, el autocontrol y la comprensión de quienes le rodean han permitido que mantenga una relación estable de pareja desde hace tiempo y que lleve una vida relativamente normal dedicándose, además, a ayudar a otros enfermos a encontrar el equilibrio.

Alejandro Hernández es psicoeducador y padece trastorno bipolar. Lejos de achantarse por la enfermedad, ha decidido agarrar al toro por los cuernos y aprender sobre ella, analizarla y comprenderla desde dentro, desde su propia experiencia. Gracias a su determinación y a la ayuda de los médicos ha sabido encontrar el “equilibrio” y hace ya seis años que no sufre una crisis.