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La salmonela provoca un tercio de los casos de gastroenteritis
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La salmonela provoca un tercio de los casos de gastroenteritis

La intoxicación alimentaria por la ingestión de alimentos o agua contaminados puede producirse en cualquier época del año, pero las estadísticas indican una mayor incidencia en

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La salmonela provoca un tercio de los casos de gastroenteritis

La intoxicación alimentaria por la ingestión de alimentos o agua contaminados puede producirse en cualquier época del año, pero las estadísticas indican una mayor incidencia en verano, recuerda la revista Puleva Salud. La higiene adecuada en la manipulación de los alimentos y su correcta conservación pueden ayudar a evitar ciertos riesgos. No obstante, se debe tener especial cuidado con los alimentos frescos de origen animal.

Al ser una enfermedad infecciosa, producida por bacterias o sus toxinas, "los alimentos frescos de origen animal (carne, pescados, huevos, leche y sus derivados, mayonesa, salsas, cremas-) son los que potencialmente encierran mayor peligro", explica el doctor Juan Enrique Domínguez, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Al contrario de lo que se piensa, las frutas y verduras también pueden estar contaminadas por el agua de regadío.

En España, la salmonela es la causante de alrededor de un tercio de los casos de gastroenteritis infecciosa. Fue la causante, por ejemplo, de la famosa epidemia del pollo que sufrimos en nuestro país en el verano de 2005 y que afectó a más de dos mil personas. “La gravedad de esta infección se debe a la capacidad de este germen de invadir la pared intestinal”, según el doctor Domínguez. La salmonella es una bacteria que vive habitualmente en animales aparentemente sanos, así como en ríos y mares. Su transmisión al hombre se produce por la ingestión de carne de animales contaminados, fundamentalmente pollo. Las gallinas infectadas transmiten la infección a los huevos, de ahí el peligro del consumo de huevos no adecuadamente cocinados.

Población de riesgo

Dado que las consecuencias más graves vienen dadas por la pérdida de líquidos, los niños pequeños y los ancianos son grupos de especial riesgo, así como las personas con enfermedades graves, básicamente del corazón. Por tanto, es conveniente insistir en las medidas preventivas con estos grupos poblacionales.

El presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva y jefe de Servicio del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela ofrece una serie de consejos prácticos para prevenir las intoxicaciones. “En cualquier momento en el que en un bar, restaurante, chiringuito de playa o incluso en casa, desconfiemos de la conservación, manipulación o estado de un alimento, lo mejor es no correr riesgos y no consumirlo", afirma Domínguez.

Para este especialista, “una exquisita higiene de las manos y una adecuada conservación, refrigeración y cocción de los alimentos constituyen la base de un comportamiento correcto”. Otras recomendaciones del doctor Domínguez son: los alimentos frescos de origen animal deben estar adecuadamente protegidos y refrigerados, deben ser consumidos lo antes posible y ser cocidos adecuadamente; la salmonella, por ejemplo, muere, y por tanto deja de ser un problema, cuando el alimento se calienta a más de sesenta grados durante quince o veinte minutos.

Es importante evitar la ingesta de alimentos medio crudos y de los recalentados; los alimentos precocinados sólo precisan ser calentados para su consumo, y este calentamiento no es suficiente para eliminar gérmenes como la salmonella; las frutas y verduras deben ser lavadas adecuadamente, mejor añadiendo unas gotas de lejía al agua; las personas que cocinan en casa y manipulan los alimentos, deben mantener una exquisita higiene de las manos ya que, sin saberlo, muchos de nosotros somos portadores de gérmenes causantes de intoxicación alimentaria.

La intoxicación alimentaria por la ingestión de alimentos o agua contaminados puede producirse en cualquier época del año, pero las estadísticas indican una mayor incidencia en verano, recuerda la revista Puleva Salud. La higiene adecuada en la manipulación de los alimentos y su correcta conservación pueden ayudar a evitar ciertos riesgos. No obstante, se debe tener especial cuidado con los alimentos frescos de origen animal.